¿Qué eres tu?, me pregunto
porque tu ausencia es implacable,
tu belleza extenuante
y tu adiós desgarrable.
Fuiste el impulso de cada amanecer,
fuiste mi mar de inspiración,
fuiste mi pacto con el edén,
y ahora eres solo un sollozo al anochecer.
Un suspiro de alivio,
un llanto de alegría,
una sonrisa triste,
siguen a tu partida.
Mas sospecho
que nadie puede ocupar tu lugar
pues te llevaste hasta mi corazón
y me dejaste en sombría soledad.
Las sombras me alivian
pero ya no me dejan ver el sol,
vivo en un mundo de ilusiones
vivo en perdición.
Ya hace tiempo que sucedió aquella historia,
ya hace tiempo que no andamos de la mano
porque mucho ya ha transcurrido,
y ya hace tiempo que me has olvidado.
Quisiera decir lo mismo
pero el recuerdo esta a tu favor
pues la pregunta del inicio
solo aviva el dolor.
fuente poesia.es