Un día zarpó un barco hacia alta mar, se trataba de un viaje de 50
días. En aquel barco iban 20 hombres y entre ellos se encontraba un
fiel cristiano de quien todos en la tripulación se burlaban por sus
férreas convicciones.
Una noche estalló el cuarto de máquinas y se hundió el barco,
sobreviviendo únicamente el fiel cristiano al naufragio. Aquel
hombre ahora se encontraba solo en una pequeña isla desierta. Estaba
orando fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara. Todos los
días revisaba el horizonte buscando ayuda, pero ésta nunca llegaba.
Ya cansado de esperar, empezó a construir una pequeña cabaña para
protegerse y proteger sus pocas posesiones. Un día se fue a pescar y
regreso corriendo al ver que se quemaba su choza y no pudo salvar
nada. Después de haber perdido todo, andubo vagando en la isla como
sonámbulo, ya sin esperanza. El náufrago estaba confundido y
enojado con Dios y llorando le decía: "¿Cómo pudiste hacerme
esto?", y se quedó dormido sobre la hamaca.
A la mañana siguiente, muy temprano, escuchó asombrado la sirena de
un buque que se acercaba a la isla. ¡Venían a rescatarlo!.
Al llegar sus salvadores él les preguntó:
"¿Cómo sabían que yo estaba aquí?".
Y ellos les respondieron:
"Vimos las señales de humo que nos hiciste..."
Es fácil enojarse cuando las cosas van mal, pero no debemos perder
la Fe en Dios, porque Dios está trabajando en nuestras vidas en
medio de las penas y el sufrimiento, para darnos crecimiento
espiritual y más Fe en Él.
Recuerda la próxima vez que tu pequeña choza se queme... ¡No Pierdas
la Fe!.
Puede ser simplemente una señal de humo que surge de la GRACIA DE
DIOS.
días. En aquel barco iban 20 hombres y entre ellos se encontraba un
fiel cristiano de quien todos en la tripulación se burlaban por sus
férreas convicciones.
Una noche estalló el cuarto de máquinas y se hundió el barco,
sobreviviendo únicamente el fiel cristiano al naufragio. Aquel
hombre ahora se encontraba solo en una pequeña isla desierta. Estaba
orando fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara. Todos los
días revisaba el horizonte buscando ayuda, pero ésta nunca llegaba.
Ya cansado de esperar, empezó a construir una pequeña cabaña para
protegerse y proteger sus pocas posesiones. Un día se fue a pescar y
regreso corriendo al ver que se quemaba su choza y no pudo salvar
nada. Después de haber perdido todo, andubo vagando en la isla como
sonámbulo, ya sin esperanza. El náufrago estaba confundido y
enojado con Dios y llorando le decía: "¿Cómo pudiste hacerme
esto?", y se quedó dormido sobre la hamaca.
A la mañana siguiente, muy temprano, escuchó asombrado la sirena de
un buque que se acercaba a la isla. ¡Venían a rescatarlo!.
Al llegar sus salvadores él les preguntó:
"¿Cómo sabían que yo estaba aquí?".
Y ellos les respondieron:
"Vimos las señales de humo que nos hiciste..."
Es fácil enojarse cuando las cosas van mal, pero no debemos perder
la Fe en Dios, porque Dios está trabajando en nuestras vidas en
medio de las penas y el sufrimiento, para darnos crecimiento
espiritual y más Fe en Él.
Recuerda la próxima vez que tu pequeña choza se queme... ¡No Pierdas
la Fe!.
Puede ser simplemente una señal de humo que surge de la GRACIA DE
DIOS.